jueves, 1 de abril de 2010

Reptar



Soñé que subía ágil por una inmensa pared de piedra aprovechando sus rugosidades como peldaños de escalera.. Cada centímetro de su geometría me pertenecía intima y cubría mis necesidades más perentorias de protección. Quería llegar a la cima que transcurría como una autopista de roca, paralela a la calle urbana de la que huía. No solo buscaba la cálida luz sino también recovecos, hendiduras, grietas perfectas donde dejar mi semilla, donde poseer y asimilar su o mi pertenencia a este devenir, una promesa de plenitud en el inmediato presente y nada más.

Al despertar pensé que sentí como siente un reptil.

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